Rotura del ligamento cruzado anterior en perras y su relación con la ausencia de partos.

La rotura del ligamento cruzado anterior en perros: problema común y doloroso.
La rotura del ligamento cruzado anterior (LCA), también llamado ligamento cruzado craneal, es una de las causas más frecuentes de cojera en los miembros posteriores en los perros. Este ligamento que se ubica en la articulación de la rodilla es esencial para la estabilidad de la pierna durante el movimiento. Cuando se rompe, el perro cojea, presenta dolor al caminar e incluso puede negarse a la actividad.
Es una lesión muy común en las razas grandes y activas. Las más afectadas suelen ser los Labrador Retriever, Pastor Alemán, Golden Retriever y Rottweiler, sin embargo puede afectar a perros de cualquier raza o tamaño. Los factores de riesgo mayormente conocidos incluyen al sobrepeso y obesidad, el exceso de actividad física, la genética y algunos problemas ortopédicos.
Ahora, una nueva investigación pone el foco en un factor en el que antes se le había prestado poca atención: el historial reproductivo de las perras.
Mayor riesgo en perras que no han tenido crías.
Un reciente estudio publicado en la revista científica Veterinary and Comparative Orthopaedics and Traumatology encontró que las perras que nunca han tenido cachorros presentan un riesgo 5.5 veces mayor de sufrir la rotura del ligamento cruzado anterior en comparación con aquellas que si han parido al menos una vez.
Este hallazgo, sorprendió tanto a médicos veterinarios como a los investigadores, ya que sugiere que le aparato reproductor y el equilibrio hormonal de las perras podrían estar relacionados con la salud de sus articulaciones, específicamente con la estabilidad de sus rodillas.

¿Por qué sucede esto?
Aunque aún se están investigando las causas exactas, se sospecha que los cambios hormonales que suceden durante la gestación y la lactancia podrían tener un efecto protector sobre los tejidos conectivos incluyendo los ligamentos.
En las perras que nunca han estado gestantes, estos cambios hormonales no existen, lo que podría influir en la resistencia del ligamento cruzado. También hay investigadores que señalan que la esterilización temprana (antes del primer celo) puede afectar la densidad ósea y la calidad de los tejidos conectivos, incrementando el riesgo de lesiones articulares.
Es importante mencionar que esto no significa que todas las perras que no han parido van a lesionarse, sino que estadísticamente tienen más posibilidades. Y más aún si padecen otros factores de riesgo como obesidad o ser una raza predispuesta.
Cómo saber si tu perra ha sufrido una lesión en el ligamento cruzado anterior.
Los signos más comunes de una rotura de ligamento cruzado anterior en los perros incluyen:
- Cojera repentina o progresiva de un miembro posterior.
- Dificultad para levantarse después de haber estado acostada.
- Manifiesta dolor al tocar la rodilla o mover la pata.
- Disminución de la actividad física.
- Inflamación de la articulación.
Al notar cualquiera de estos signos, lo recomendable es visitar al médico veterinario. El diagnóstico se confirma mediante un examen físico y, en algunos casos, radiografía o estudios de imagen más avanzados.
Tratamiento y pronóstico.
El tratamiento para esta lesión puede ser quirúrgico o conservador, dependiendo del tamaño del perro, su nivel de actividad y la gravedad de la rotura.
- En perros medianos y grandes, la cirugía siempre es la mejor opción para recuperar la funcionalidad de la articulación.
- En perros pequeños o con una vida poca activa, puede optarse por un manejo conservador con reposo, control de peso y analgésicos. Sin embargo, siempre la cirugía dará los mejores resultados y calidad de vida.
En ambos casos, la fisioterapia veterinaria es clave para una completa recuperación. El pronóstico suele ser favorable si se sigue el tratamiento y las indicaciones del médico veterinario.
Cómo prevenir esta lesión.
Aunque es imposible evitar en todos los casos la rotura del ligamento cruzado anterior, existen medidas que ayudan a reducir el riesgo:
- Mantener a tu perra en un peso corporal ideal.
- Evitar actividades intensas o saltos en perros no entrenados.
- Presentarla a revisiones médico veterinarias regulares.
- Consultar con tu médico veterinario sobre el momento ideal para la esterilización, valorando todos los factores de salud.
Y ahora, debido a esta nueva información, también es importante considerar el historial reproductivo de tu perra como un posible factor de riesgo.

Conclusión.
La salud articular de los perros es un tema que día a día se estudia con mayor profundidad. La relación entre la rotura del ligamento cruzado anterior en perras que no han parido abre una nueva línea de prevención y diagnóstico que es conveniente considerar.
Si tienes una perra que nunca ha tenido cachorros, especialmente si es de raza grande o tiene tendencia al sobrepeso, es imprescindible que estés atento y protejas su salud articular. Un diagnóstico a tiempo puede marcar una gran diferencia en su calidad de vida.