La enfermedad periodontal en los perros.
La enfermedad periodontal en los perros es una patología crónica, que puede conducir a la pérdida de soporte de sujeción de los dientes. Es decir, a la destrucción de las encías y el hueso que sujeta los dientes.
El “periodonto” es el conjunto de tejidos especializados (encía, ligamento periodontal, cemento y hueso alveolar propio) que rodean y soportan los dientes manteniéndolos en los huesos maxilar y mandíbula.
Las lesiones periodontales se producen por la acumulación de bacterias, que ocasionan alteraciones del periodonto. Estas dolencias avanzan progresivamente, pudiendo provocar la caída de los dientes y diversas afecciones en el organismo.
Tipos de enfermedad periodontal.
Gingivitis (inflamación de la encía). Se trata de la fase inicial de la enfermedad periodontal en los perros. Se produce por la acumulación de placa bacteriana. La placa está compuesta por bacterias y residuos que se adhieren a los dientes. Esta posteriormente, se transforma en sarro, que irrita e inflama las encías. Los síntomas más frecuentes son el enrojecimiento de la zona y el sangrado de las encías. La gingivitis es una afección reversible, que al no tratarse adecuadamente, podría avanzar y convertirse en periodontitis.
Periodontitis (Inflamación del periodonto). Es una enfermedad periodontal grave e irreversible, que afecta a un gran porcentaje de perro adultos. Esta patología, a diferencia de la gingivitis, se caracteriza por la pérdida estructural del aparato de inserción.
Enfermedad periodontal (EP).
Es una de las enfermedades inflamatorias más frecuentes en los perros. Se sabe que además de los efectos sufridos localmente, pueden producirse consecuencias sistémicas secundarias a la bacteriemia asociada a la placa dental que afectan tejidos y órganos distantes.
Existen diversos estudios al respecto. Uno de ellos, buscó evaluar la asociación entre la enfermedad periodontal en los perros y su relación con las enfermedades sistémicas (enfermedad renal, hepática y cardiaca). El estudio se apoyó en 136 perros presentados en un Hospital de enseñanza veterinaria. Se encontró una asociación significativa entre la EP y la enfermedad cardiaca. De los 75 perros que padecían EP, 38 mostraron signos cardiacos. Mientras que solo 2 de los 61 perros que no la sufrían mostraron signos. No obstante, mencionan que las conclusiones deben ser moderadas, ya que, aunque la EP puede ser un factor de riesgo que predispone a la enfermedad cardiaca (enfermedad de la válvula mitral mixomatosa), no se puede establecer una relación especifica probada.
En este estudio no se encontró una relación estadística entre la EP y la enfermedad renal o hepática. Sin embargo, existe otro estudio, donde se halló asociación entre la enfermedad renal azotémica crónica (ERC) y la EP en perros. Reportaron que el cociente de riesgo para la ERC azotémica se incrementó con el aumento de la gravedad de la EP. Se confirmó con el incremento de las enzimas renales (creatinina sérica y nitrógeno ureico en sangre).
Conclusión.
De acuerdo a los estudios mencionados, se concluye que la enfermedad periodontal en los perros guarda relación con enfermedades sistémicas. Hecho que también ha sido confirmado en los seres humanos. Es muy común que los propietarios, en su mayoría, descuiden la dentadura de sus perros acarreando consecuencias para la mascota: dolor, dificultad para comer, mal aliento (halitosis), perdida de las piezas dentarias y finalmente, complicaciones en su salud y muy probablemente, una muerte prematura.
La enfermedad periodontal lleva a la perdida de las piezas dentarias y con frecuencia complicaciones en órganos lejanos.
Consejos a poner en práctica.
- Revisa rutinariamente la dentadura de tu perro o gato. Cualquier anormalidad que notes debe ser comentada con tu médico veterinario.
- Acostumbra a tu mascota desde sus primeros días en casa a la manipulación de su dentadura. Esto te facilitará el cepillado diario de sus dientes.
- Cepilla sus dientes mínimo cada 2 días.
- Programa con tu médico veterinario la limpieza dental profesional. De acuerdo a la raza, la frecuencia del procedimiento puede variar. Los perros de talla pequeña son más proclives a producir sarro y padecer la EP, sin embargo, esto no es excluyente de los perros de talla mayor.
- No temas a la limpieza bajo anestesia. Si, da angustia someter a anestesia a nuestros perros, y sin negar que existe un margen de riesgo, los anestésicos en la actualidad son muy seguros. Contamos con drogas que tienen un gran margen de seguridad y se pueden usar en pacientes geriátricos. Lo recomendable siempre, es hacer pruebas preanestésicas para disminuir el probable riesgo.
- Finalmente, considera siempre que una dentadura mal cuidada va más allá del mal aliento. Se está arriesgando a la mascota a padecer enfermedades sistémicas que ponen en peligro su calidad de vida y se puede disminuir gravemente su longevidad. La enfermedad periodontal se puede prevenir.