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Cómo reconocer si tu perro tiene una fractura

Cuando un perro sufre una fractura, puede ser una situación alarmante tanto para él como para su dueño. Reconocer a tiempo los signos y actuar adecuadamente es la clave para una recuperación exitosa. A continuación, te explico como identificar una posible fractura, los pasos a seguir para confirmar el diagnóstico, las opciones de tratamiento y los cuidados necesarios durante su rehabilitación.

Signos clínicos de una fractura.

Las fracturas suelen ser la consecuencia de accidentes, como caídas, atropellamientos o peleas. Los signos más comunes que puedes observar en tu perro incluyen:

  1. Cojera o incapacidad para caminar. Si tu perro evita apoyar una pata o muestra dificultad para caminar, podría ser un signo de fractura.
  2. Dolor evidente. Los perros con fracturas suelen llorar, gemir o reaccionar al tocarles la zona afectada como signo de dolor.
  3. Inflamación. Una pata hinchada o una deformidad evidente pueden ser señales de una fractura.
  4. Movimiento anormal. Si al manipular la extremidad se siente inestable o con movimientos que no son naturales, es probable que haya una fractura.
  5. Heridas abiertas. En el caso de fracturas expuestas, se puede observar una herida en la piel donde incluso puede visualizarse el hueso.
  6. Cambio en el comportamiento. Tu perro puede mostrar cambios en su comportamiento, como estar apático, agresivo o rehusar moverse.

Ante cualquiera de estos signos, es fundamental buscar la atención médico-veterinaria de inmediato.

Diagnóstico de una fractura.

El médico veterinario evaluará a tu perro para confirmar la presencia de una fractura ósea. Necesita de uno o varios de los siguientes pasos:

  1. Examen físico. El médico veterinario realiza un examen físico general y palpa la zona afectada para localizar la lesión y determinar la gravedad.
  2. Estudio radiográfico. La radiología es esencial para confirmar la fractura, evaluar su tipo y planificar el tratamiento. Por lo general, se requiere al menos dos vistas de la lesión para interpretar correctamente la lesión.
  3. Análisis complementarios. Si la fractura es consecuencia de una enfermedad ósea como falta de densidad del hueso o un tumor, muy probablemente se requiera de algunas pruebas de laboratorio o biopsias para identificar la causa primaria.

 

El examen físico es el primer paso para que él médico veterinario, mediante la palpación localice la zona de fractura.

 

Tratamiento según el tipo de fractura.

El tratamiento de una fractura depende de varios factores, como su localización, el tipo de fractura y la edad del paciente. Las opciones más comunes incluyen: 

  1. Inmovilización externa. Para fracturas simples y en las que no hay desplazamiento de los fragmentos óseos, se pueden usar férulas para mantener el hueso inmóvil mientras sana. Se requiere de visitas periódicas con el médico veterinario para evaluar la condición del vendaje y la correcta inmovilización para asegurar el éxito del tratamiento.
  2. Cirugía. En fracturas complejas, desplazadas o expuestas, la intervención quirúrgica es con frecuencia la mejor solución. Esta implica el uso de placas, clavos y tornillos para estabilizar correctamente al hueso.
  3. Amputación. En los casos extremos, donde exista un grave daño al tejido o sufra una infección severa, la amputación puede ser la mejor solución para garantizar el bienestar del perro.

Cómo ayudar a tu perro en casa.

Mientras llevas a tu perro al médico veterinario, puedes tomar las siguientes medidas para apoyarlo:

  1. Mantén la calma. Aunque puede ser difícil, es muy importante que no entres en pánico para que le transmitas tranquilidad a tu perro.
  2. Evita que se mueva. Usa una manta o una tabla rígida a modo de camilla para transportar a tu perro.
  3. Inmoviliza la zona. Si sabes cómo hacerlo, coloca un vendaje provisional para inmovilizar la extremidad afectada siempre evitando apretar demasiado.
  4. Protege la herida. En el caso de que la fractura sea expuesta, cubre la herida con una gasa limpia para prevenir infecciones.

Considera que estas son medidas temporales. El tratamiento definitivo debe ser realizado por el médico veterinario.

Recuperación y rehabilitación.

El tiempo de recuperación depende de la gravedad de la fractura, la edad del paciente y el tratamiento aplicado. En general se recomienda:

  1. Reposo. Dependiendo del tipo de fractura y solución quirúrgica, el tiempo de reposo puede variar. El médico veterinario te dará la indicación pertinente y es muy importante respetar la recomendación para evitar afectar el resultado de la cirugía.
  2. Alivio del dolor. Posterior a la intervención quirúrgica, el paciente requiere que se le administren analgésicos y antinflamatorios. Hace muchos años se decía que no había que proporcionárselos para que se mantuviera quieto y no se afectara la cirugía. En la actualidad, esto se considera maltrato animal, siempre debemos de procurar por el bienestar del paciente. Los antiinflamatorios y analgésicos deben de ser administrados bajo la supervisión del médico veterinario para controlar el dolor en las mascotas.
  3. Fisioterapia. Una vez que el hueso muestre recuperación (esto se observa mediante estudios radiográficos posquirúrgicos), el médico veterinario puede recomendar ejercicios o sesiones de fisioterapia para recuperar la movilidad y fortalecer los músculos.
  4. Dieta balanceada. Si de manera regular debemos de proporcionar una dieta balanceada y de calidad a nuestro perro, durante el proceso de recuperación de un hueso esto toma mayor relevancia.
  5. Revisiones médico veterinarias periódicas. En la etapa de recuperación tu perro necesita de controles regulares para asegurar que la estabilidad y cicatrización del hueso vaya evolucionando correctamente.

 

La fisioterapia ayuda a recuperar la movilidad y fortalecer los músculos.

 

Prevención.

Los accidentes no siempre se pueden prevenir, sin embargo, hay medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de fracturas:

  • Supervisa y mantén vigilado a tu perro durante los paseos y evita que se acerque a zonas peligrosas.
  • Asegúrate de que tu casa sea un entorno seguro, especialmente si tienes cachorros o perros mayores.
  • Mantén a tu perro con una dieta balanceada y de calidad, así como acostúmbrate a llevarlo a revisiones médico veterinarias regulares para detectar en forma temprana posibles problemas de salud.

Una fractura suele ser un desafío, no obstante, con el tratamiento y atención adecuada, tu perro se puede recuperar y disfrutar de una vida plena. Si tienes dudas o sospechas que tu perro sufre de una fractura, consulta a la brevedad con tu médico veterinario. 

 

Autor: Heron Pazzi

Médico Veterinario Zootecnista, dedicado a la clínica y cirugía de perros y gatos. Ex académico de la FMVZ UNAM y de la FCN UAQ. Conferencista y amante de los perros y su bienestar.

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